El ex alcalde de Marbella, Julián Muñoz, ha pasado dos años y tres meses en prisión y ahora disfruta del tercer grado penitenciario. Isabel Pantoja ha actuado en el Casino Gran Madrid acompañada por artistas y famosos. Y Ana Rosa Quintana va a pagar un kilometraje de euros a un alcalde corrupto para que cuente lo que ha sufrido por cumplir su condena, a mi entender una escasa condena para lo que merece un personaje que utilizó la democracia para enriquecerse, pervertió el ideal del político como servidor del pueblo, por no hablar que aún tiene unos cuantos kilos de causas pendientes. Ana Rosa también utiliza la democracia de las audiencias para justificar el pago a un delincuente. Teniendo en cuenta como es la sociedad en la que vivimos la entrevista brillará en la parrilla televisiva como un diamante, que nos querrán vender anunciándolo más que el descubrimiento de la cura del SIDA, o un acuerdo social logrado por políticos comprometidos; pero este diamante seguirá siendo lo que fue en origen un pedazo de mierda comprimida y recalentada.
¿A quien le importa la ciencia o la honestidad política teniendo una buena mierda calentita para untar los ojos a millones de espectadores?
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