Pasiones envenenadas, asesinato, corrupción y sexo extremo. El veterano director Vicente Aranda propone en "Luna caliente" un viaje hasta los últimos años del franquismo, concretamente a 1970, en que se desarrolló el juicio contra 16 miembros de ETA, más conocido como el Proceso de Burgos, momento en que las acciones de la banda contaban con más aprobación popular.
Eduard Fernández da vida a Juan, un poeta exiliado en Francia que regresa a España coincidiendo con dicho juicio y acude a visitar a uno de los miembros de la resistencia, momento en que se siente irresistiblemente atraído por su hija Ramona, interpretada por Thais Blume, una obsesión que le lleva incluso a violarla. Ella, consciente del poder que ejerce sobre los hombres a sus 16 años, será capaz de sacar de Juan sus instintos más básicos.
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